Ampliamos nuestro abecedario de los arroces ofreciendo otros tipos de granos imprescindibles en la cocina por sus valores nutricionales y gastronómicos. Una selección de calidad, para profesionales.
El fruto de la planta conocido comúnmente como arroz SALVAJE, aunque nos sorprenda realmente no es arroz. En realidad es una gramínea llamada Zizaina Palustris, originaria de la región de los Grandes Lagos americanos. Los aborígenes americanos las consideran una planta sagrada desde tiempos inmemoriales y sustentan en ella buena parte de su alimentación. Crece de manera silvestre en las orillas de los lagos y las desembocaduras de los ríos, alcanzando varios metros de altura. Los nativos americanos la recolectan empleando canoas.
En cocina puede emplearse de dos maneras diferentes: Hervida o frita. Hervida se emplea generalmente mezclada con otros arroces en ensaladas o guarniciones para darle alegría al plato. Cuando se fríe se obtienen unas extraordinarias palomitas de arroz; muy ligeras, pequeñas y alargadas. Su textura muy crujiente y liviana las hace ser muy apreciadas.
Hervido:
En exceso de agua. Necesita una cocción de unos 15 minutos.
Empleado para guarniciones, ensaladas, etc.
Frito:
En muy poco aceite, se vierte en la sartén cuando está ya caliente.
En pocos segundos se convierte en pequeñas palomitas. Retirar rápidamente del fuego.
Empleado para toppings crujientes.
Aunque nuestra QUINUA está cultivada en España, la planta es originaria de los Andes, de los alrededores del lago Titicaca. Allí se cultivó y domesticó alrededor del año 5.000 a 3000 a.C. y constituyó la base alimentaria para incas, aztecas, mayas y otras civilizaciones prehispánicas.
Aunque nuestra Quinua esta cultivada en España, la planta es originaria de los Andes, de los alrededores del lago Titicaca. Allí se cultivó y domesticó alrededor del año 5.000 a 3000 a.C. y constituyó la base alimentaria para incas, aztecas, mayas y otras civilizaciones prehispánicas.
Es un pseudocereal de gran poder nutritivo. Se considera un superalimento debido a su concentración de proteína (mucho más alta que en cualquier cereal) y a posee los ocho aminoácidos esenciales, además de: calcio, magnesio, fósforo, potasio y sodio, y vitaminas C, E, B1, B2 y la niacina.
Su bajo índice glucémico la hace recomendable para diabéticos y al ser un alimento libre de gluten, es apta para celíacos.
Posee todos los aminoácidos esenciales, además de calcio, magnesio, fósforo, potasio, sodio (entre otros minerales) y vitaminas C, E, B1, B2 y la niacina
Al ser un alimento libre de gluten es apta para celíacos.
Su bajo índice glucémico la hace recomendable para diabéticos.
La QUINUA posee en su capa externa una sustancia de consumo no recomendable denominada saponina. Esta sustancia es la responsable de un sabor amargo. Por esta razón es común la recomendación de lavar los granos antes de cocinar, para eliminar las saponinas naturales. Al enjuagar la QUINUA, se obtiene una ligera espuma. Una vez desaparece esta espuma, se han eliminado por completo las saponinas.
Nuestra QUINUA está prácticamente libre de saponina, puesto que empleamos una variedad utilizada y adaptada a nuestro medio, que no contiene esta sustancia en su cara exterior. De esta forma nuestra QUINUA conserva íntegramente los nutrientes que posee el grano como los que posee su capa externa. Podemos decir que nuestra QUINUA es un grano integral.
Los arroces tradicionales mediterráneos son todos ellos perlados y se emplean como elemento fundamental del plato. El arroz perlado presenta una acumulación de almidón centro lateral que le hace parecer una perla dentro de su ostra. Los arroces perlados sueltan más almidón durante la cocción, espesan más los caldos, absorben más sabor y se empastan con más facilidad.
Los arroces orientales son todos ellos cristalinos; espesan menos los caldos durante la cocción y absorben menos sabores, pero se mantienen más enteros y sueltos. Son arroces más adecuados en platos donde su capacidad de conducir sabores es menos importante que su capacidad de mantener una textura adecuada.
Los arroces más comúnmente empleados en cocina son arroces blanqueados y la mayor parte de las recetas se refieren a ellos. El arroz INTEGRAL en cambio requiere un trato diferenciado.
Cuando se hierve durante demasiado tiempo el arroz este tiende a abrirse y formar una pasta. Una manera de evitar este fenómeno de empastado es el de vaporizar el arroz.
Ampliamos nuestro abecedario de los arroces ofreciendo otros tipos de granos imprescindibles en la cocina por sus valores nutricionales y gastronómicos. Una selección de calidad, para profesionales.