Los arroces tradicionales mediterráneos son todos ellos perlados y se emplean como elemento fundamental del plato.
El arroz perlado presenta una acumulación de almidón centro lateral que le hace parecer una perla dentro de su ostra. Los arroces perlados sueltan más almidón durante la cocción, espesan más los caldos, absorben más sabor y se empastan con más facilidad. Son arroces típicos de la gastronomía española o italiana donde el arroz se emplea fundamentalmente como un conductor de sabores.
Por otra parte el almidón del grano puede presentarse en dos formas diferentes: amilosa o amilopectina. La proporción entre ellas dentro del grano de arroz marca de manera fundamental el comportamiento de la variedad frente al empastado.
La amilopectina es inicialmente insoluble en agua, pero después de hervir el tiempo adecuado se disuelve, espesando el caldo y provocando que el grano pierda su consistencia y se empaste.
La amilosa en cambio, gelifica tras la cocción ayudando a mantener la integridad del grano.
(*) La Perla es una acumulación de almidón, que aparece en la zona centro-lateral del grano.
Almidón:
Es una sustancia nutritiva que aporta energía. En el arroz se presenta en dos formas: Amilosa y Amilopectina.
Amilosa:
Es la responsable de mantener la integridad del grano.
Amilopectina:
Es la responsable de que los caldos espesen.
Propiedades de los Arroces Perlados:
+ Almidón
+ Absorción de sabor
+ Espeso el caldo
+ Fácil de empastar
+ Conducción de sabores
De esta manera, las variedades que poseen índices alto de amilosa son mucho más resistentes al empastado (como por ejemplo la variedad BOMBA famosa por su resistencia o la variedad italiana CARNAROLI).Mientras que las variedades que poseen porcentajes más altos de amilopectina espesan más los caldos debido a la disolución del almidón pero se empastan con mucha facilidad (por ejemplo el arroz REDONDO convencional).
Todos los arroces mediterráneos absorben mucho sabor, pero cada variedad va a dar un acabado diferente al plato:
No hay una variedad mejor que otra, sino que cada variedad es la más adecuada para conseguir el resultado que el cocinero desea en cada plato.
Los arroces tradicionales mediterráneos son todos ellos perlados y se emplean como elemento fundamental del plato. El arroz perlado presenta una acumulación de almidón centro lateral que le hace parecer una perla dentro de su ostra. Los arroces perlados sueltan más almidón durante la cocción, espesan más los caldos, absorben más sabor y se empastan con más facilidad.
Los arroces orientales son todos ellos cristalinos; espesan menos los caldos durante la cocción y absorben menos sabores, pero se mantienen más enteros y sueltos. Son arroces más adecuados en platos donde su capacidad de conducir sabores es menos importante que su capacidad de mantener una textura adecuada.
Los arroces más comúnmente empleados en cocina son arroces blanqueados y la mayor parte de las recetas se refieren a ellos. El arroz INTEGRAL en cambio requiere un trato diferenciado.
Cuando se hierve durante demasiado tiempo el arroz este tiende a abrirse y formar una pasta. Una manera de evitar este fenómeno de empastado es el de vaporizar el arroz.
Ampliamos nuestro abecedario de los arroces ofreciendo otros tipos de granos imprescindibles en la cocina por sus valores nutricionales y gastronómicos. Una selección de calidad, para profesionales.